viernes, 19 de marzo de 2021

A MIS HIJOS

 






Recuerdo perfectamente cómo habéis ido creciendo. 

Al nacer, llorasteis. 

Casi sin darme cuenta, empezasteis a balbucear. Supe que habían pasado unos meses. 

De repente, un día dijisteis «Papá». Supe que había pasado más de un año. 

Llegó una etapa en que todo fueron preguntas: «¿Qué es aquello? ¿Cómo se hace esto?» Supe que estaba disfrutando de vuestra infancia. 

Después llegó la etapa de las dudas: «¿Seguro que es así, papá?» Supe que ya estabais en la adolescencia.

Más adelante, hubo una etapa sin preguntas, porque nuestros horarios no coincidían, en especial por las noches y por las mañanas. Supe que estabais disfrutando de vuestra juventud. 

Por último, llegó la señal definitiva, cuando dijisteis por primera vez: «Papá, no tienes ni idea». Entonces supe que ya erais adultos.

Y me sentí feliz por vuestro triunfo.