lunes, 19 de agosto de 2013

Paloma

Te oigo sin escucharte porque formas parte de mí.
Tu voz se convierte en la mía y vuelve a ti con un presente:
la melodía de un susurro que es un sueño asido inalcanzable.
El tiempo nos rodea sin agobio, su paso me indifiere relajado.
Las palabras se ponen a nuestro servicio,
sabemos que la eternidad se nos dedica.

Dibujo itinerarios de sombras delicadas sobre luces apagadas
o encendidas según el ritmo de un sol independiente.
Tengo todo el tiempo del mundo para soñarte
para recorrer recodos y recovecos cien veces repetidos,
mil veces descubiertos, definitivamente atemporales por preciosos.
Tengo tiempo eterno para este amor definitivo.

Muchacha cierta definida sobre nieblas y contrastes
que superas la mañana naciente de maquillajes sutiles,
el mediodía sonoro de destellos impertinentes,
la tarde sosegada como otoño de diario
y la noche rezongante derrotada por el hastío:

Eres paloma en mi alféizar cotidiano.

1 comentario:

  1. A caso no es ese alféizar el que toda paloma sueña? Aquel firme e inamovible donde posarse cada noche para arrollarle a la Luna y tímidamente dejar que se descubran todos sus recovecos y recodos atemporales. Enhorabuena a esa paloma que tiene el suyo definitivo! Precioso, tu paloma volverá cada mañana de maquillajes sutiles!

    ResponderEliminar